Emprender: las realidades fiscales, contables y laborales que NO puedes ignorar
Lo que cualquier emprendedor debe saber ANTES de abrir las puertas de su nuevo negocio y que nadie le cuenta.
Emprender es una aventura que suele asociarse con libertad, creatividad y la oportunidad de trabajar para uno mismo. Sin embargo, antes de lanzarse al mercado, es fundamental entender los aspectos prácticos, fiscales y legales que muchas veces pasan desapercibidos, especialmente para quienes abren su primer negocio o una startup tecnológica.
Estos aspectos son la base de cualquier negocio y determinan su sostenibilidad y crecimiento en el tiempo.
En este artículo, compartimos las realidades que debes considerar desde el primer día.
La realidad fiscal: desde el primer euro, todo cuenta
Al emprender, es fácil centrarse en los ingresos esperados sin prever los gastos fiscales que acompañan cada transacción. En España, el sistema fiscal exige estar al día desde el primer día.
Esto implica cumplir con:
- Obligaciones trimestrales de IVA e IRPF.
- Impuesto sobre Sociedades (en el caso de empresas).
- Además de las declaraciones informativas anuales.
- Y la gestión de retenciones si tienes personal contratado.
Si no se planifican adecuadamente, estos pagos pueden impactar gravemente el flujo de caja, especialmente en el primer año, cuando los ingresos suelen ser más bajos. No prever estos compromisos es uno de los errores más comunes y puede ser fatal para el negocio.
Gastos corrientes: mucho más que el alquiler
Los gastos de una empresa van mucho más allá del alquiler o la compra de local. Desde el uso de plataformas de gestión, equipos informáticos y software, hasta el pago de servicios básicos como internet y electricidad, todo cuenta.
En muchos casos, el costo de servicios básicos, licencias y suscripciones tecnológicas puede sorprender a los emprendedores.
Además, los gastos en mantenimiento y reparaciones, aunque puedan parecer menores, se acumulan. Es recomendable tener un fondo de emergencia para cubrir estos costes inesperados, ya que pueden afectar la liquidez.
Obligaciones laborales y de gestión de personal
Emprender implica, tarde o temprano, contratar y gestionar personas. Esto no solo significa pagar salarios, sino también hacer frente a:
- Cotizaciones a la Seguridad Social: Las cotizaciones laborales y de autónomos son obligatorias y representan un gasto considerable.
- Cumplir con los derechos laborales de los empleados, como vacaciones, bajas, y formación.
- Prevención de riesgos laborales: Incluso una pequeña empresa está obligada a contar con un plan de prevención, que puede requerir auditorías y evaluaciones externas.
La gestión del equipo también implica tiempo y esfuerzo para resolver incidencias y asegurar un buen ambiente laboral, aspectos clave para mantener la estabilidad y productividad del negocio.
Financiación: más allá del préstamo inicial
Muchos emprendedores recurren a financiación externa para arrancar, pero mantenerla requiere un análisis detallado de la capacidad de pago.
Esto puede incluir:
- Préstamos bancarios o de familiares: Asegúrate de que el flujo de ingresos previsto cubra las cuotas sin desestabilizar las finanzas.
Crowdfunding o inversores: En el caso de las startups, obtener financiación externa puede ser una alternativa. Sin embargo, esto suele conllevar obligaciones contractuales y un compromiso de resultados a cumplir en el tiempo. - Subvenciones y ayudas públicas: Algo muy habitual pero que ata y obliga a quien las solicita a una serie de plazos y requerimientos que no suele contemplar el fracaso o cierre en corto plazo o disminuir el número de personas en plantilla. Y que de producirse algún hecho asociado a esa subvención obliga a quien la recibió a devolverla en parte o en su totalidad.
Es crucial prever la gestión de esta financiación. La falta de planificación en este aspecto suele traducirse en problemas de solvencia e incluso la pérdida del negocio.
Fluctuaciones del mercado: adaptarse o sufrir
Ningún mercado es estático. Las fluctuaciones son parte de la realidad, y los emprendedores deben tener la capacidad de adaptarse a cambios en el comportamiento del consumidor, competencia o incluso regulaciones.
Esto se aplica a tu cafetería vegana, a tu startup tecnológica o a tu carpintería de aluminio. Cualquier empresa está sometida a continuos vaivenes ya que son los clientes, en última instancia, quienes deciden comprar… ¡o no!
Las fluctuaciones del mercado pueden venir por múltiples frentes pero hay 3 causas que destacan sobre el resto:
- Inflación o cambios en los precios de proveedores.
- Cambios en los hábitos de consumo o aparición de nuevas tendencias tecnológicas.
- Regulaciones nuevas que cambian las reglas del juego, someten a nuevas obligaciones o provocan cambios forzosos en los hábitos de consumo.
Una asesoría experimentada puede ayudarte a analizar el mercado y preparar una estrategia para mantener la flexibilidad necesaria para enfrentar estas fluctuaciones.
Legalidad del emprendimiento: eres un Empresario, no un Emprendedor
Una idea clave que pocos emprendedores tienen en cuenta es que, en el ámbito legal, no existe la figura del «emprendedor». Desde el punto de vista normativo, eres un empresario desde el minuto uno, con todas las obligaciones que esto implica.
Ya sea como autónomo freelance o como autónomo societario, con o sin empleados, te enfrentas a los mismos deberes que una gran empresa:
- Presentar declaraciones fiscales.
- Cumplir con las obligaciones laborales de tus empleados.
- Hacer frente a las inspecciones de Hacienda o Seguridad Social.
- Y un larguísimo etcétera, especialmente en España.
En otras palabras, emprender es, en esencia, crear una empresa. La falta de formalidades o desconocimiento de las normas no exime de responsabilidades, y es fundamental comprender que, al emprender, asumes todos los deberes de un empresario.
La asesoría como base de tu proyecto
En definitiva, emprender es mucho más que tener una idea y ejecutarla. Las obligaciones fiscales, los gastos continuos, la gestión de equipo y la financiación requieren un análisis profundo y una planificación realista.
Contar con una asesoría fiscal, contable y laboral experimentada en Arona, en el sur de Tenerife, puede ser la mejor inversión para evitar sorpresas y problemas legales y financieros que pongan en riesgo tu proyecto.
Al emprender, mantén los pies en la tierra y recuerda que todo empresario, sin importar su tamaño, debe cumplir con la misma rigurosidad y disciplina.